Ubirajara Chagas Tamega, mejor conocido como “Bira”, es un exfutbolista brasileño que marcó una época en la historia de nuestro Club.

Poseía una gran visión de campo y un toque excelso, lo que lo convirtieron en el gran armador del equipo. Es considerado el primer gran ídolo futbolístico de la Afición Rayada.

Nació en Jundiaí, São Paulo, Brasil, el 21 de diciembre de 1943 y llegó a los Rayados de Monterrey con 23 años de edad.

Debutó el 19 de noviembre de 1967, en un partido en el que los Rayados vencieron 3-2 al Toluca en el Estadio Tecnológico.

“Bira” anotó uno de los tres goles de esa tarde y tanto la Afición como la prensa local se entusiasmaron con su calidad técnica.

Desde entonces y hasta 1973, “Bira” fue el gran referente de nuestro equipo y el primer gran ídolo futbolístico de la Afición Rayada.

El técnico que lo debutó fue el austriaco Skender Peroli. Además de Peroli, Chagas fue dirigido en Rayados por Roberto Scarone, Carlos Alberto Etcheverry e Ignacio Jáuregui. Este último, quien además había sido también compañero de “Bira” en la cancha por un tiempo, fue el técnico que más tiempo lo dirigió y el que mejor provecho supo sacarle.

Su calidad fue clave para que Rayados disputara la final de Copa en 1969. En aquel entonces, el futbol aún tenía escaso impacto social en nuestra ciudad.

Un par de años después, el futbolista brasileño comandó un plantel Rayado exitoso durante las temporadas 1970-71 y 1971-72 que logró que la Afición se volcara al Estadio Tecnológico al grado de que el inmueble fue insuficiente y el equipo se mudó temporalmente al Universitario, el cual ofrecía un mayor aforo.

Ubirajara Chagas Tamega, quinto de izquierda a derecha en la fila superior, con el plantel de Rayados en la Temporada 1971-72.

En esas dos temporadas, “Bira” conformó una dupla goleadora y letal con Alfredo “Alacrán” Jiménez que llevó a Rayados a disputar su primera Liguilla.

Si bien la dupla que formó con Jiménez es la más recordada, Ubirajara Chagas también se entendió a la perfección en la cancha con otros elementos como Alberto Guerra, Claudio Lostaunau, Francisco Avilán, Ernesto Flores, Ricardo Escamilla, Guarací Barbosa, entre otros.

Ubirajara defendió nuestra camiseta durante siete años y, después de disputar cinco partidos en la temporada 1973-74, se fue al Club Jalisco.

El enorme cariño de la afición albiazul hacia “Bira” convenció a la directiva de organizarle un partido de despedida. Fue la primera vez que se realizaba un encuentro de estas características en nuestra ciudad.

El martes 28 de agosto de 1973, ante un pletórico Estadio Universitario, los Rayados vencieron 3-2 a la Selección Mexicana.

“Bira” anotó el primer gol Rayado y, al finalizar el primer tiempo, salió de cambio ante la ovación general del público, que le pidió dar una vuelta olímpica.

El futbolista se despidió de su querida Afición como el máximo goleador en la historia de nuestro Club en ese momento, con 59 anotaciones.

Sin embargo, la conexión entre “Bira” y la afición rayada era tan fuerte que, a finales de la temporada 1974-75, Ubirajara regresó a nuestro Club para retirarse como jugador y, posteriormente, incorporarse a nuestra Institución como entrenador de Fuerzas Básicas y de los equipos filiales del club.

Después, el 11 de septiembre de 1976, debutó como Director Técnico del Primer Equipo. Dirigió las primeras 10 jornadas del torneo de Liga 1976-77 mientras llegaba el nuevo entrenador del club.

En la temporada 1978-79 volvió a tomar las riendas del equipo a partir de la jornada 31 y llevó a los Rayados a disputar la Liguilla.

Para la campaña siguiente, 1979-80, regresó como director técnico del club a partir de la jornada 10.

Tras el final de la temporada 1979-80, “Bira” regresó a Brasil, con lo cual concluyó casi 13 años de relación como jugador y entrenador de nuestro club.

Sin lugar a duda, Ubirajara Chagas Tamega dejó su nombre grabado para siempre en la memoria colectiva de la Afición Rayada como uno de los mejores jugadores y uno de los máximos ídolos en la historia del Club de Futbol Monterrey.

Desde el país sudamericano y, en compañía de su familia, sigue apoyando a los Rayados y su corazón sigue latiendo en azul y blanco, y hoy regresa a Monterrey, ciudad que lo dejó marcado de por vida.

¡Gracias, “Bira”, por ser parte de nuestra Historia Rayada!

Alberto Barrera-Enderle